¿Quién lo asesinó?
En una noche lluviosa, los vecinos denunciaron la desaparición de Gustavo Roldán, un escritor muy famoso.
En su casa encontraron un cuchillo con sangre… Desde ese día los vecinos comenzaron a escuchar ruidos extraños.
Pasó el tiempo, su asistente llamó a un detective para que investigue el caso. Dos horas después, el detective encontró que había rastros de sangre que llegaban hasta el ático… entró al ático y observó que había una sombra espantosa con un cuchillo en la mano. De repente, la puerta se cerró. El detective volteó su mirada y notó que la puerta se había atorado, regresó su mirada y la sombra desapareció…
El detective, rápidamente encontró una caja y sin dudar la abrió; encontró una foto de Gustavo Roldan, y atrás, una sombra.
El detective comenzó a sospechar:
Doña Carola: Ella era una escritora muy famosa, hasta que todos comenzaron a leer los libros de Gustavo Roldán...
Don Víctor: Esposo de doña Carola. Ella le prestaba mucha atención a Gustavo Roldán y don Víctor sentía celos.
Peter Gonzalez: Examigo (porque cuando Gustavo se hizo famoso lo dejó de lado).
Ricardo García: Excuñado (lo odiaba por haber abandonado a su hermana).
El detective comenzó analizando las huellas, los rastros de sangre que llegaban al ático y el cuchillo con sangre.
Al obtener los resultados de las huellas, descubrió que eran de doña Carola. Pero luego apareció la verdad:
-El asistente de Roldán (que tenía problemas de audición) había recibido el día de la desaparición de Gustavo una llamada que hablaba de "un cadáver". Pero en realidad, en la llamada le habían hablado de "Pasajes al Caribe".
- El cuchillo que apareció era de doña Carola que estaba haciendo una ensalada.
- ¿Por qué estaba usted, doña Carola? dijo el detective.
- Porque mi esposos es alérgico al tomate.
- ¿Y de quién era la sombra que ví?
- Mía, cortando el tomate. Dijo Carola.
- Y entonces, ¿Dónde está Gustavo Roldán?
Sonó el teléfono, atendió doña Carola y dijo: -Es Gustavo, dice que está tomando sol en el Caribe....
¡Caso cerrado!
Autores: Karen Rivero, Cande Álvarez y Victoria Lizarzaburu