El caniche robado: un caso terrible
La perrita Luli, un día, estaba corriendo por la plaza mientras su dueña, la amorosa Lucrecia, leía el diario. Pero cuando ella llamó a su tierno caniche descubrió que se había golpeado con una escalera, ésta se le había caído encima. Lucrecia fue corriendo muy preocupada y asustada a buscar un veterinario. Cuando volvió, Luli ya no estaba… Pero… en su lugar había un joven con cara de desgraciado que parecía ser muy peligroso.
Lucrecia sospechÓ de este hombre, Mariano. También sospechÓ del que vendía choripanes, Matute, porque… cada vez que Lucrecia conversaba con él, él estaba hipnotizado con Luli.
La dueña, cada minuto que pasaba estaba más desesperada por no encontrar a su perrita tan linda.
Al día siguiente, Lucrecia seguía sin encontrar a Luli. Fue a la plaza otra vez a seguir buscando, pero lo único que encontró eran hamacas y ¡GUAU!, seguía Mariano en el mismo lugar, pero esta vez, estaba acariciando y hablándole a su propia (gran) panza. - Ésto ya es demasiado raro dijo, voy a ver lo que pasa aquí….. Y cuando le estaba por abrir la campera sintió un ruido muy raro, la desprendió y dijo: - Oh nooooooo, aquí estas mi querida Luli. ¡Por fin te encontré! - Y tú, con razón eras tan gordo, ahora sos un palo. ¿Por qué habías robado a mi Luli Mariano?...
Autora: Eliana Aniceto